Tengo la mala costumbre de leerme los programas electorales, confrontarlos y hasta de compararlos con los de las anteriores elecciones. Este año para variar me ha sorprendido “ingratamente” por una cuestión de fondo (la forma me importa menos, aún cuando considero que no debe descuidarse por aquello del cesar y su mujer; ...de la imagen vamos). Este fondo a que me refiero no es más que, más de lo mismo, y perdonen el juego de palabras (prometo que no juego al equívoco). Y digo que es más de lo mismo porque son promesas electorales calcadas de la anterior campaña, de aquella de hace cuatro años. Hay que ver..... como pasa el tiempo.
Son las mismas promesas, eso sí, algunas de ellas decoradas de tal parafernalia lingüística que no las reconocen ni la “mare” que las parió. Nuestros políticos siguen considerándonos algo cortos de entendederas.
No obstante a poco que nos esforcemos por entender este circo mediático, podemos sacar, como mínimo dos conclusiones:
UNA. Si el que promete más de lo mismo es el partido gobernante, malo. No ha hecho sus deberes en estos cuatro años. Sin más comentario, cualquiera que hiciera no sería otra cosa que echar más leña al fuego
DOS. Si las promesas vienen de quienes no han gobernado recientemente pero que, no hace mucho lo hicieron, y actualmente se postulan como alternativa, malo también porque no salieron satisfecho, y como don “erre” que “erre”continúan queriendo engañarnos. Para mí estos son los peores, porque quieren ganar al precio que sea. Barbate les importa un pimiento, lo que desean es otra muesca más en su revólver político (espero que el símil de vaquero no se tergiverse, sólo me ha salido la vena de Marcial Lafuente Estefanía) para mostrar su trofeo en esos congresos de su partido, en los que hasta las moscas que por él pululan están manipuladas.
Sea como fuere y siendo benévolo me atrevería a decir que, nuestros políticos, por un lado, están haciendo alarde de una falta de imaginación supina y por otra hacen gala de una desfachatez digna del más grandes de los cínicos (véase Diógenes), cuando podemos leer entre líneas: “los electores en su mayoría son tontos”.
¡Ah! Se me olvidaba. A estas alturas es una falta de ética personal y política que el partido en el gobierno, eche la culpa de la mala situación económica y social actual al anterior equipo de gobierno, y afirmo que esto es así, porque cuando salieron los anteriores gestores nadie les pidió responsabilidades, es más, le tendieron una alfombra para que salieran sin hacer ruido. Exigirles ahora no se qué..., cuando antes no lo hicieron, es jugar sucio cuanto menos.
Son las mismas promesas, eso sí, algunas de ellas decoradas de tal parafernalia lingüística que no las reconocen ni la “mare” que las parió. Nuestros políticos siguen considerándonos algo cortos de entendederas.
No obstante a poco que nos esforcemos por entender este circo mediático, podemos sacar, como mínimo dos conclusiones:
UNA. Si el que promete más de lo mismo es el partido gobernante, malo. No ha hecho sus deberes en estos cuatro años. Sin más comentario, cualquiera que hiciera no sería otra cosa que echar más leña al fuego
DOS. Si las promesas vienen de quienes no han gobernado recientemente pero que, no hace mucho lo hicieron, y actualmente se postulan como alternativa, malo también porque no salieron satisfecho, y como don “erre” que “erre”continúan queriendo engañarnos. Para mí estos son los peores, porque quieren ganar al precio que sea. Barbate les importa un pimiento, lo que desean es otra muesca más en su revólver político (espero que el símil de vaquero no se tergiverse, sólo me ha salido la vena de Marcial Lafuente Estefanía) para mostrar su trofeo en esos congresos de su partido, en los que hasta las moscas que por él pululan están manipuladas.
Sea como fuere y siendo benévolo me atrevería a decir que, nuestros políticos, por un lado, están haciendo alarde de una falta de imaginación supina y por otra hacen gala de una desfachatez digna del más grandes de los cínicos (véase Diógenes), cuando podemos leer entre líneas: “los electores en su mayoría son tontos”.
¡Ah! Se me olvidaba. A estas alturas es una falta de ética personal y política que el partido en el gobierno, eche la culpa de la mala situación económica y social actual al anterior equipo de gobierno, y afirmo que esto es así, porque cuando salieron los anteriores gestores nadie les pidió responsabilidades, es más, le tendieron una alfombra para que salieran sin hacer ruido. Exigirles ahora no se qué..., cuando antes no lo hicieron, es jugar sucio cuanto menos.
Suerte a todos el día 22 y un único deseo: ¡VOTEMOS!
Si no puedes ser protagonista en esta obra, actúa al menos como un espectador inteligente.
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