Mientra unos se van de rositas (algunos pidiendo una buena indemnización, por... ¿despido improcedente?, a pesar de ser de misa y comunión diaria, como el expresidente del CGPJ) y otros a cazar elefantes; el restos de los españoles a jodermos como muy bien nos recordó en el Congreso la Sra. Adrea Fabra.
He vivido los acontecimientos del pasado día 19 con cierta
desazón y al mismo tiempo, porque no decirlo,
con mucha inquietud. Fueron muchas las sensaciones que sentí inmerso en esa gran marea de personas que, al
unísono, clamaba por una más que merecida justicia social que hasta el momento
se nos niega.
Después de lo vivido y sentido esa tarde, por poca
sensibilidad que se tenga, es imposible que nuestros dirigentes permanezcan
impasibles escudándose en que lo que hacen es lo mejor que puede pasarnos. Ellos
están en posesión de la verdad, son los herederos de la sempiterna sabiduría de
los dioses olímpicos y contra eso poco podemos hacer nosotros, pobres mortales…..
Sin embargo aún a riesgo de sufrir sus más que crueles castigos ahí estamos,
mostrándonos en contra de sus divinas
medidas (para algunos, claro). Nosotros dentro de nuestras cortas entendederas
pensamos: “joder tantos vamos a estar equivocados”. Pues sí señor, la verdad es única y está en manos
del supremo, del Sr. Rajoy y de sus acólitos. Por cierto, no os habéis dado
cuenta de las caras de estreñidos que tienen todos los ministros.
Tras el comentario jocoso, me voy a dejar de coña e ir directamente al
grano:
Está claro, que el
pueblo en su mayoría no aprueba las medidas económicas que se están tomando, y
no lo hace sencillamente porque no son racionales y todo lo que no es racional
entra directamente de lleno en el plano de la metafísica y no es precisamente
ésta la “prima” de RIESGO,
por cierto señor éste, al que el 99,9% de los españoles no tenemos el gusto de
conocer, pero que no para de jodernos. Nada ni nadie cree en las medidas que se
están tomando, son medidas anquilosantes y no reactivadoras de los mercados,
enfocadas única y exclusivamente a satisfacer a la política neoliberal trazada
desde Alemania con la que está claro es imposible poder competir en igualdad de
condiciones. Con esto no quiero decir ni mucho menos que nos neguemos a pagar
nuestras deudas, no. Pero lo que sí digo es que hay muchas formas de pago y desde
luego no es ésta la que más nos beneficia.
De cualquier manera también quiero decir que, aunque este sea
tema de otro análisis, yo me negaría a pagar las deudas contraídas por
otros y, por otros que cada cual entienda lo que le venga en gana.
Por otra parte quisiera hacer también un paréntesis en esta
vorágine en la que la sociedad española se encuentra inmersa. Deberíamos
reflexionar todos sobre lo que se nos avecina, estamos todos muy cansados,
demasiado cabreados y sobretodo desilusionados con la clase política. Se nos
vienen tiempos difíciles y entre todos debemos poner cordura a esta situación.
Cada vez son más los trabajadores que no tienen nada que llevar a sus casas, ni un euro, que pasan necesidades; pero no hay ni
un solo político, que yo conozca, en esta situación de precariedad y, si a esto le sumamos que cada vez hay más y más
cargos de “confianza”, más y más señores y señoras que viven de la política,
más y más que subvencionados, apaga y vámonos.
Ahora viene la pregunta del millón . conocen ustedes .......¿cuántos políticos que hayan dejado su cargo han
vuelto a su antiguo trabajo?
Piensen, piensen.......
Manifestación en Cádiz, 19 de Julio de 2012
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