POR SIMPLE COHERENCIA Y VERGÜENZA TORERA
En ocasiones, desgraciadamente, la cuestión de “estar o no
estar” (ser o no ser) no es sólo un axioma de principio, sino de oportunidad.
Sí, simplemente es una posibilidad más de estar en el escaparate, cuestión
fundamental para alguno y eje central de su existencia. Su razón de ser.
La manifestación que tuvo lugar el pasado sábado, 23 de
noviembre de 2013, fue un bonito acto de protesta y repulsa convocado por un
grupo de ciudadanos de Barbate y con una total ausencia, en origen, de
contaminación política. Fue un acto de una asepsia ideológica encomiable por
parte de quienes lo convocaron y cuyo único fin era Barbate y los barbateños,
el inicio de algo que no sabemos muy bien cómo se va a ir desarrollando pero que sí sabemos el fin que perseguimos.
Decía que me pareció un acto no sólo bonito sino
esperanzador. Me sentí orgulloso de ser barbateño. Posiblemente hubiese deseado
que el apoyo hubiese sido más numeroso, pero a fue de ser sincero he de decir
que ni la climatología ni la hora fueron grandes aliados. No es mi deseo que
esto suene a excusa, sencillamente un apunte más que no quita ni un ápice
mérito al buen hacer de la plataforma ciudadana artífice de este evento. Desde
aquí, mi más sincera felicitación y enhorabuena; creo que de seguir en esta
línea tenéis un gran futuro, el mismo por el que lucháis para Barbate.
No quiero perderme en el denso bosque de la literatura fácil
y olvidarme del meollo del asunto. Así que procuraré no extenderme mucho pero
sí afirmarme en algunas cuestiones. En primer lugar el acto además me pareció
una irrefutable respuesta del pueblo de Barbate a las tropelías políticas que
se están cometiendo (pueblo impresentable, subida del IBI, subida basura, agua,….).
Respuesta de total rechazo y repulsa por los niveles de bajeza política y de
corrupción en que se ha instalado nuestra sociedad. Hemos señalado con el dedo
a los causantes de los desmanes y les hemos dicho a las claras, que Barbate no
es un pueblo muerto, ni tan siquiera adormilado.
También les hemos dicho a nuestros gobernantes que si ellos
gozan de un bien tan escaso como apreciable, el trabajo, es gracias a nosotros.
Nosotros los “empleamos” y nos olvidan nada más finalizar el escrutinio de los
votos. A partir de ahí ellos se instalan en su propia fábrica de los sueños y
dejamos de formar parte de su gran teatro de vanidades. Nosotros a aplaudir, es
para lo que nos quieren. Dentro de otros cuatro años volverán a pisar el albero
y a repartir besos y promesas que jamás cumplirán.
Enlazando con el primer párrafo termino ya. Hubo algo en la
manifestación que no me gustó pero que es imposible controlar. Algunos de los
que iban (nadie sobra en democracia) lo hacía con la insana intención de sacar
rédito político de la misma. Si no me creen, demos tiempo al tiempo, al final
es el único que da y quita razones.
Enhorabuena a los convocantes y en general a todos los
barbateños. Nuestro pueblo tiene un gran futuro le pese a quien le pese.
¿Cuántos árboles son necesarios para formar un bosque?
EL invierno artico
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