UN HOMBRE GRANDE, UN GRAN PRESIDENTE
Domingo 23 de marzo de 2014. Fallece el Presidente
Adolfo Suárez a las 15:03 horas.
Noticia que me conmocionó y creo, sin temor a
equivocarme, que fuimos muchos los españoles que quedamos en estado de shock.
Era una noticia que desde hacía unas horas se esperaba, su hijo así nos lo hizo
saber - un acto más que honra a la familia-, un día antes poco más o menos.
Me preguntaba si sería o no conveniente el que le
dedicase unas palabras. Después de mucho reflexionar pensé, ¿y por qué no Paco?
En peores plaza hemos “toreao”, así que al final me decido, hoy domingo también, una
semana después.
Voy a intentar ser muy breve. Qué voy a decir yo que
no se haya dicho y se dirá durante mucho tiempo.
Suárez fue un hombre GRANDE que elevó a la categoría
de ARTE la POLITICA. Un hombre que más allá de las fobias o filias que pudiera
despertar, nadie, repito, nadie, puede negar su valor como ser humano y
político. De su ingente trabajo la HISTORIA dará cuenta. Un trabajo que, desde
la perspectiva que nos da el tiempo y, viendo lo que hoy vemos en la palestra
política, estaremos de acuerdo que lo que hizo fue sólo por servicio a ESPAÑA,
término utilizado actualmente tan a la ligera por nuestros rectores políticos
de forma miserable, simplemente porque es ¡MENTIRA!
Gracias a él
hoy gozamos de una España Democrática y Constitucional. Una España que no nos
gusta, pero que entre todos podemos y debemos mejorar aplicando una sencilla receta:
Elevar a la categoría de normal en la política lo que en la calle entendemos
por normal. Estas fueron palabras suyas, no sé si textuales o no, pero seguro
que parecidas.
Estuve pensando si no hubiera merecido otra vida
política, pero no, creo que no, tuvo la que justamente deseo. Un hombre de cuya
honradez hoy nadie duda y todos añoramos. Un hombre que pudo prometer, prometió
y cumplió sus promesas.
Se forjó en la adversidad y siendo fuerte justamente
con los poderosos. Tuvo en contra a todos los poderes fácticos: militares de
alto rango, al clero más rancio y menos tolerable, a los bancos y grandes
fortunas; prácticamente no hubo nadie con influencia que no estuviera en su
contra, hasta el tiempo –atmosférico – para colmo. Sin embargo fueron muchos de
sus correligionarios quienes más daños
le hicieron, esos mismos que en estos momentos dicen sentirlo mucho: ¡MENTIRA!
Siempre he creído que no hay nada de digno en morir,
se es digno mientras se vive, en la actitud con que día a día se enfrenta uno a
los problemas que van surgiendo y Suarez fue todo un ejemplo. Sin embargo sí
hay algo de épico y su muerte ha sido digna de un héroe, como la de tantos
otros, anónimos, que ha luchado contra esa maldita enfermedad de la que nadie aún
ha salido victorioso.
Descanse en paz Don Adolfo Suárez, el primer y mejor
de los presidentes de nuestra Democracia.
Cuando has eliminado lo imposible, lo que queda, por
improbable que parezca, tiene que ser verdad.
Sherlock Holmes
NO PODÍA OLVIDARME DE MI BARBATE
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