¿ES LA IGNORANCIA LA SOLUCIÓN?
No sólo las tarjetas de las que hasta no hace mucho hemos sabido de su existencia, opacas o “black”, para uso y disfrute de unos pocos sinvergüenzas y corruptos instalados en el olimpo de nuestra sociedad. Individuos que como viles vampiros han vivido y viven como dioses a costa de la sangre de los ciudadanos y honrados trabajadores. De la misma manera que las tarjetas, nuestro sistema social es opaco porque está construido sobre tal maraña de mentiras que al pueblo le resulta casi imposible acceder a la verdad. La transparencia brilla por su ausencia aunque una y otra vez intenten convencernos de que esto no es así. Sin embargo debemos entender que nada sucede por casualidad, todo está calculado y premeditado y una mentira no deja de ser mentira por muchas veces que la repitan, todo lo contrario cada vez se convierte en una mentira más gorda.
Todas o casi todas la decisiones que nuestros gobernantes
toman nos llegan, cuanto menos, de forma sesgada: las cifras del paro, las expectativas
de crecimiento económico, nuestras relaciones con la comunidad internacional,
la corrupción, el desmantelamiento de nuestro sistema sanitario público, la
manipulación del sistema educativo también público, los servicios sociales al
borde del colapso, etc., etc. Y todo en benéfico de una oligarquía todopoderosa
y corrupta a la que evidentemente se rinde pleitesía, porque todo este
entramado socio político (disfrazado de democracia) no es más que la red en la
que nos tienen atrapados y de la que difícilmente podremos escapar.
Expuesto esto y entendiendo que la tendencia del ser humano
es llevar una vida tranquila y atenerse a la ley, creo también que con el estímulo adecuado la mayoría
de los hombres somos capaces de actuar de manera muy diferente y me temo que
estos estímulos son los que de forma muy insistente está percibiendo el
ciudadano normal y corriente.
Como muestra podía poner muchos ejemplos de cómo se está
jugando e incluso insultado a la inteligencia más mediocre, ahora mismo se me
ocurren cientos; pero me quedo con uno que puede ser muy ilustrativo: "No hace
mucho, alguien muy influyente en las esferas
políticas y económicas, alguien de la oligarquía a quien anteriormente
hacía referencia, decía que estábamos viviendo por encima de nuestras
posibilidades y que el sueldo mínimo interprofesional tendría que fijarse por
debajo de los 600€". Sí, es cierto, esto lo decía alguien que ha estado
involucrado en el tema de las tarjetas opacas y en otras muchas golfadas,
pero…. es un intocable, pertenece a esa casta de la que tanto se habla
actualmente y que realmente está ahí, por qué si no están aún en la calle; pues porque son como aquellos grandes señores
feudales a los que dentro de nada habrá que honrarle con el
derecho de pernada. Es lo que toca ahora.
Tendría que recordarle a éste y otros muchos señores cuántas
personas hay en nuestro país que simplemente subsisten, que sobreviven y no se
saben cómo, con un salario por debajo de esos 600€. Pero, ¡qué coño sabrán estos
individuos de lo que es pasar necesidades! Esto, que para algunos es demagogia y
para otros políticamente incorrecto es simple y llanamente "la puñetera
realidad".
Para finalizar permitidme dos punto para la reflexión:
* No olvidemos de que
quien apoya con su voto al corrupto se hace cómplice de él.
* Ya Voltaire, como muchos otros filósofos planteaban que, el ignorante puede ser plenamente feliz
mientras viva en la total ignorancia pero cuando sea consciente de ella querrá
dejar de serlo aún a costa de su felicidad. Algo tan obvio como esto, debería
tenerlo en cuenta nuestros políticos ante futuras actuaciones.
Paco Gil
Desafortunadamente, la historia da pocos ejemplos de pueblos que saquen lecciones de su propia historia.
¡Indignaos! Stéphane Hessel
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