Tercera de las cuatro cartas de Expósito Sailor dedicada a sus hijos:
Cartas a mis hijos
Por Expósito Sailor
expositosailor@megasur.net
Barbate a 23 de octubre de 2014
Queridos hijos:
Este verano, mientras que ustedes dos y algunos
amigos vuestros invadían pacíficamente mi casa, imponiendo vuestra gastronomía,
vuestros horarios y vuestros canales de televisión, entre otros aspectos
propios de vuestras vacaciones -no las mías ni las de vuestra madre-, por las
tardes me iba al paseo marítimo a disfrutar mirando al mar, de un café y de un
rato de lectura. Tenía una deuda con Alfonso Grosso y decidí satisfacerla con
creces y comencé con su primera novela: “La zanja” de 1961, seguí con “Los
invitados” de 1979, novela basada en el famoso y prescrito crimen de los
Galindos y terminé con “Flores a María” de 1981. Me falta “Testa de copo”
ambientada precisamente en la almadraba de Barbate y “El capirote” ambientada
en la Semana Santa de Sevilla, novela por la que uno de los grandes precursores
de la Nueva Novela Andaluza junto a José Manuel Caballero Bonald y Fernando
Quiñones, por nombrar a los más cercanos, se gana la antipatía y el desprecio
de todo el mundo cofrade. Convirtiéndose en un autor maldito, que curiosamente
encuentra la muerte el Martes Santo de 1995. Ya sabéis qué me podéis regalar
para las próximas Navidades. Poneros de acuerdo.
Gracias al blog por el sudeste asiático estoy
enterándome e interesándome por la vida y costumbres de esas personas tan
parecidas entre ellas y tan desconocidas para nosotros. Me gustó la observación
que haces sobre las infraviviendas de los habitantes de Hanoi. Si sus hogares
son tan pequeños que carecen de cocina y de salón, es lógico que saquen a la
puerta de sus casas un par de taburetes, su camping gas y su perola,
transformando la calle en una interminable feria gastronómica. Por cierto,
normal que después de los guisos lo recojan todo y limpien la “street food”
mañana habrá que volver a utilizarla y deberán tenerla, dentro de lo posible,
en un perfecto estado de revista. Más o menos como aquí dejan la avenida del
Carmen los jueves después del “piojito”.
Ah, se me olvidaba, tu hermano dice que este año va
a por todas y que le va a regalar una hucha al ministro de educación para que
vaya ahorrando para su beca del próximo curso. Sí hombre, ese con cara de
teleñeco y apellido de parque temático. En fin, veremos al final del curso, a
cuál de los dos se le queda la cara más lacia, en cualquier caso, como
propósito otoñal me parece bien. Yo confío en él. ¡En tu hermano cojones! ¿En
quién va a ser? Ya sé que tú no confías mucho en tu hermano y en el otro nada
en absoluto, pero no hay más remedio que tener paciencia y esperar una buena ocasión
para botarlo.
Besos.
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