Barbate a 12 de enero de 2015
Queridos hijos:
La libertad de expresión y de manifestación se ha reducido de tal modo en
estos tiempos, que únicamente se nos permite decir, lo que las autoridades
políticas ordenan a las autoridades policiales que creen que es adecuado,
correcto y oportuno manifestar el domingo próximo. Las únicas convocatorias
autorizadas y permitidas serán las que tengan a bien convocar las autoridades,
que para eso lo son y saben lo que mejor les conviene y les interesa a los
ciudadanos. La libertad de expresión desgraciadamente sigue costando cara a
quienes desean ejercerla por su cuenta. Yo soy Charlie es la frase más repetida
estos últimos días, por supuesto hijos míos que debemos hacerla nuestra. Pero
además de ser Charlie, también somos hepatitis C. ¡Ojalá se preocuparan
nuestras autoridades por los derechos de los enfermos de hepatitis C como por
los derechos de los no nacidos! Quienes defienden la vida, deben defender la
vida de todos los seres vivos, sin importarles la edad, el sexo, la religión y
demás aspectos que recoge nuestra, según algunos, anquilosada constitución.
También somos desahuciados, excluidos energéticamente, vamos que no podemos
encender la calefación porque nos han cortado el suministro por falta de pago,
nuestros hijos también forman parte de los cerca de cuatro millones de niños
que si no van al colegio no comen, se le abren las pocas carnes que tienen
cuando se aproxima un puente o las vacaciones.
¡Ojalá todos los seres humanos pudieran elegir libremente su religión,
incluso los que no desean profesar ninguna! ¡Qué también los hay! Y que
precisamente son los más señalados y despreciados por los monoteistas. Los
judios, los cristianos y los musulmanes se han respetado en algunos períodos de
la historia, pero creo que estas tres grandes religiones no han respetado jamás
a los sin religión. Lo más probable es que estos sin religión fueran acusados por
los cristianos de musulmanes, por los musulmanes de judios y por los judios de
cristianos. En fin, que el sin religión harto ya de persecuciones se sentó un
rato y decidió a suerte si descansar el viernes, el sábado o el domingo. ¡Con
lo que a los sin religión les gusta la semana laboral inglesa! Estas religiones
monoteistas han considerado y consideran a las mujeres como seres inferiores y
han utilizado y utilizan la justicia con distintas varas de medir según sean
los infractores hombres o mujeres. Pero donde han estado siempre de acuerdo,
aparte de la existencia de un sólo dios verdadero, es en la persecución y
muerte de los homosexuales.
En cualquier caso, hijos míos, tengo que deciros que no me gustaron algunos
de los manifestantes de Paris, Putin por ejemplo, no es precisamente el mejor
representante de la libertad de expresión, ni los papis de la ley mordaza,
entre otros que me revuelve las tripas nombrar. En fin, que tantos lobos juntos
me asustan porque corren malos tiempos para las ovejas blancas, negras o con
manchitas.
Besos.
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