Barbate a 15 de mayo de 2015
Queridos hijos:
De sobra sabéis que jamás he leído un periódico deportivo, con esto por
supesto que no quiero decir que yo sea ni mejor ni peor que nadie, simplemente
que no me importa ese tipo de información, aunque tengo entendido que existen
muy buenos escritores deportivos. Con los deportes televisados me ocurre lo
mismo ni me interesan las motos ni los coches ni las bicicletas ni... las
olimpiadas sí. No es que deje una tarde de playa para seguirla, pero no sé por
qué se contiene algo más mi dedo pulgar y evita el zapping. El fútbol es el
deporte rey, aunque yo creía que el deporte del rey era el esquí. Bueno pues el
fútbol también me aburre y no veo un partido por televisión desde que Amancio
se regateaba a sí mismo desesperándome a mí y a Gento. ¡Suelta la pelotita hijo
y pon la copa del derecho! Con el baloncesto me sucedió algo parecido y no veo
un partido desde que jugaban Vicente Ramos, Luyk, Brabender y retransmitían el
trofeo o el torneo de Navidad. Por cierto, una duda que me abate y creo que no
me aclararé en la vida: ¿Porqué cuando un club gana un trofeo es un mérito
compartido por todos los jugadores, equipo técnico, directiva e inclusive la
afición, que la mayoría de las veces molesta más que otra cosa, mientras que
los goles por ejemplo, son patrimonio del jugador? No soy yo precisamente quien
vaya a cuestionar la calidad individual de Messi o de Cristiano Ronaldo, pero
qué podéis decirme de la soledad del portero cuando ni sus compañeros se
acercan a él para celebrar un gol y todos corren para felicitar al goleador.
!Qué injusticia!
Hijos míos, creo que con la política sucede prácticamente lo mismo. Ahí
están los grandes jugadores de la cantera balear o del levante español,
español, por supuesto, regateándose diariamente a sí mismo, mientras que en la
capital se reparten injustamente primas millonarias, discriminando de manera
arbitraria a dos de los grandes. Pues que queréis que os diga, que me alegro de
que le hayan pillado fuera de juego por tener las uñas, de los pies y de las
manos tan largas. Todos los aficionados pudieron ver tu estrambótico y
galimático finiquito, primero en directo y después en diferido. !Con lo bien
que se han portado siempre contigo el club, que querían dejarte de ojeador para
cuando te jubilaras! Pues nada, tú te empicas en los fuera de juego
incomprensiblemente y a tomar viento Juan Salvador Gaviota. ¡Qué injusticia Que
le hayan estropeado la temporada de esquí al hombre! Y encima quieren borrar su
nombre y apellidos de todas las copas y trofeos que se exponen en las vitrinas.
Aguanta y sé fuerte, porque posiblemente haya muy pocos repartidores de juego
en primera división que te hagan sombra. ¡En Andalucía si acaso! Pero tú no
eches cuenta.
Como siempre, muchos besos a los dos.
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