EL ASTATO
El astato: elemento químico, radiactivo, que en la
Tabla Periódica de los Elementos se representa:
Elemento químico raro. Prácticamente un desconocido
entre los profanos de la Química sino fuera porque su nombre se asocia con la trágica
muerte, por envenenamiento, del coronel del ejército soviético, Aleksandr Litvinenko, el día 26
de noviembre de 2006. Parece ser que un isótopo muy radiactivo del astato, el
At_210, se descompone muy rápidamente en Po_210, un material que une a sus
efectos radiactivos el de veneno eficaz; veneno que, según todos los indicios,
fue el causante de la muerte del militar y espía soviético (nacionalizado
británico ya, en la fecha de su óbito). Una historia tan interesante como
truculenta y macabra, propia del género negro novelístico pero que, no tiene
cabida dentro de este pequeño artículo.
Bueno, volviendo al At, decíamos que es un elemento,
químico raro, tan raro como escaso; ya que según reputados investigadores y científicos
de primera línea, sólo existe en toda la superficie terrestre aproximadamente 0,07 gramos. Otra de las
características que hacen de este elemento un “casi perfecto desconocido” es
que, ni siquiera se sabe de qué color es, aunque algunos doctos en la materia
apuntan que, lo más probable es que sea de color negro. Pero bueno, no es éste
el único elemento de la tabla periódica raro, el francio (Fr), no le va a la
zaga, sino investiguen y verán.
Una anécdota recogida en multitud de artículos sobre
el astato afirma que: Si hoy nos dieran superpoderes a los más
de siete mil millones de seres humanos y nos encomendaran perforar el planeta
en busca del elemento químico astato, dejaríamos la Tierra completamente
agujereada, pero entre todos no llegaríamos a llenar ni una miserable
cucharilla de café. El astato es el elemento más infrecuente del mundo. Se
especula con que una mosca podría llevar encima (en un instante dado) todo el
astato del planeta.
EL astato, fue
descubierto, en 1940 por un grupo de científicos
norteamericanos: Dale R. Corson, Kenneth Ross Mackenzie; y
el italoamericano Emilio Gino Segrè, en
la Universidad de California, tras bombardear fragmentos de bismuto con
partículas alfa.
Este elemento presenta
dos isótopos el At_210 y At_211, que se pueden sintetizar en muy pequeñas
cantidades en el laboratorio. El primer isótopo ha demostrado, suficientemente,
su acción como veneno mortal una vez se ha transformado en Po_210. Mientras que
sobre el At_211, los investigadores han
depositado una gran confianza y esperanza, posiblemente por la acción contraria
a la de su homólogo At_210. Salvar vidas. Efectivamente, el At_211 emite una
radiación de corto alcance que hace que. pueda ser utilizado en la lucha contra
el cáncer, como si un misil teledirigido fuese, orientarlo contra las células
cancerosas con precisión milimétrica y, sin que el resto de las células circundante
sufran daño alguno. Por tanto, dentro de las técnica invasivas que la medicina
usa en su ardua lucha contra estas células malignas, el uso del A_211 es,
probablemente la que menos daños colaterales produce. Es una ventana, como
antes he dicho, abierta a la esperanza.
Este proceso tan sencillo de explicar es muy complejo de
realizar en el mundo real. Porque para poder llevar a cabo esta terapia, de
radiofármacos, se necesitan complejas y costosas maquinaria (el ciclotrón, acelerador
de partículas capaz de producir ínfimas cantidades de astato a partir de otros
elementos químicos) y muchos, muchos años de experimentación. No obstante
parece ser que pronto se llevaran a cabo ensayos clínicos con el objeto de
probar su acción en seres humanos
Como era de suponer, a
esta terapia también le han salido detractores. Sus argumentos son simples y no
exentos de lógica. En primer lugar ponen encima de la mesa su falta de rigor
científico, aún están por ver, estudiar y analizar los experimentos llevados a
cabo en este sentido. En segundo lugar los partidarios de las teorías
conspiranoicas, aquellos que, no sin razón, piensan que al ser el astato un elemento tan inestable y, por ende tan
raro, no es de extrañar que tras él se escondan suculentos negocios para empresas
de dudosa moral o proceder.
Hasta luego.
By @PacoGilBarbate
Este post participa en el XLIX Carnaval de la Química
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