MERCADEO ÉTICO Y LODAZAL POLÍTICO


¿Pero... qué hemos hecho para merecernos a estos políticos?

Sí, estos señores que escupen su ponzoña en sus maliciosos discursos y mensaje  no sólo están, continuamente mintiendo sino dirimiendo sus cuitas personales y pseudo ideológicas en el albero de la calle, y llevando su poca vergüenza y su bajeza moral e ineptitud  al sagrado templo de la democracia: al Parlamento. Estos señores no están a la altura moral del pueblo que los votan.


¡Ay! Señor, señor… ¿qué hemos hecho para que gentuza de esta calaña nos estén gobernando? No sólo es patética la imagen que están dando si no que el mensaje que trasmiten es abyecto y de una inmoralidad que asusta, pero a ellos no les da vergüenza y, hasta cierto punto es comprensible porque no tienen ni idea de lo que esto significa. Y no hablemos ya de decencia y profesionalidad, porque entonces, apaga y vámonos.



A la falta de preparación, unen un desprecio total por los votantes y por ende hacia la las instituciones. Si tuviesen un atisbo de vergüenza, uno por uno de los parlamentarios, de la misma forma que juran la Constitución y obediencia a las normas que de ella emanan, deberían pedirnos perdón por el espectáculo que están dando y por la falta de respeto que nos muestran. Lo mismo sería un primer paso para la reconciliación.



Estos señores, han hecho de nuestra vida cotidiana un verdadero infierno, un lodazal en el que sólo se encuentran cómodos y seguros ellos mismos. Su habita natural. 



Aún no se han hartado de hacernos daños y de tener copado todo el espacio político debatiendo  sus propias miserias y de camino intentar tapar su incapacidad para solucionar los graves problemas que aquí tenemos.



¿Plagio?, ¿Compra y venta de títulos universitarios? De qué nos sorprendemos, estamos en el paraíso de la picaresca y del esperpento (pregunten si no a Quevedo o Valle Inclán), así que sírvanse ustedes mismos, esto es Jauja. Seamos serios aunque sólo sea de puertas para adentro.



Oh! Los de golpes en el pecho y brazos en alto se han sentido ofendido cuando otros han practicado aquello para lo que tenían copyright. Pero a santo de qué se ofuscan estos ilustres señores, estos santos varones y varonesas, cuando en su vida no han tenido una sola idea original. Están tan estreñidos ideológicamente  que aún viven del sincretismo filosófico de dos de las grandes doctrinas genocidas de la Historia (Fascismo y Nazismo). Algún día habrá que poner las cartas sobre la mesa, y dejar bien claro cuando empezó este mercadeo de títulos del que, el principal beneficiario, aunque no el único, ha sido la derecha  sin duda alguna. ¿La prueba? Muy simple, han intentado hacer de este tema su capa, esa capa que todo lo tapa, sus desvergüenzas lo primero claro.



¡Señores políticos del arco parlamentario!, qué pasa con: el paro, el trabajo precario, con los jóvenes y su futuro, la reforma laboral, la educación, la sanidad, las pensiones,  la “desmemoria” histórica, - algún día tendremos que saldar las cuentas con nuestra historia más reciente, ¿no?- , la migración, la ley de la dependencia, con la ayuda a la investigación, regeneración de las Universidades Públicas, con la ley de protección a la infancia, con el problema con Cataluña y otras comunidades, con  el tratado de pesca en los caladeros de Marruecos, con nuestras relaciones diplomáticas con países no muy democráticos que digamos,cambio climático y transición ecológica. Qué pasa con la corrupción (económica, social y moral), y sobre todo con esos corruptos intocables llámense como se llamen y ocupen o hayan ocupado el cargo que sea. Qué pasa con los abusos de las eléctricas. ¿Para cuándo la reforma de la Constitución, el código penal y civil? Qué pasa con...



Bueno, tengo que parar porque si no esto sería el cuento de nunca acabar. 



¿Es que estas nimiedades no merecen la atención de vuestras mercedes? Parece que no.



Así que señorías, sin más preámbulos pónganse a trabajar en solucionar los problemas que tenemos, no olviden que para eso les votamos. Si no es pediros mucho, cuando tengáis un ratito libre de cuitas y otros asuntos de vuestros intereses, por favor haced algo, porque hasta ahora lo único que estáis haciendo es ofendernos y avergonzarnos. Dejen sus diferencias para fuera del horario laboral y mátense entre ustedes si quieren luego (dialécticamente hablando se entiende). ¡Ah! Y si no podéis, no sabéis o simplemente no queréis, por mi parte podéis iros todos  a la mierda que, para este viaje no necesitamos de vuestras alforjas. 



Pensar que hay familias pasando necesidades porque vosotros sois unos impresentables, ineptos e inútiles,  incapaces de enfrentaros con los que  os tienen secuestrados (¿?), me sonroja. Esas familias que para llevar un trozo de pan a casa derraman sangre, sudor y lágrimas, luego volverán a votaros. Esa es la grandeza y al mismo tiempo la gran vileza de la democracia. 



Vergüenza debería daros, pero como antes he dicho eso sería pedir peras al olmo.



Hasta luego


Paco Gil (@PacoGilBarbate)


Además, hay un punto en el que los infortunados y los infames se mezclan y se confunden en una sola palabra fatal: los miserables.
Los Miserables – Víctor Hugo 




Comentarios

francisco nadales ha dicho que…
Leído su artículo, lo suscribo en su totalidad. Llevamos muchos años soportando la teatralidad de nuestros políticos y su incapacidad para desarrollar la misión de gobernar.

Unos, creen que gobernar consiste en hacer lo que los demás desean o te imponen.

Otros, creen que gobernar, es ordenar a todos lo que deben hacer anulando sus capacidades creativas y su libertad de expresión.

Ni lo uno ni lo otro. Gobernar desde mi forma de pensar, es buscar aquello que suponga el mayor bien para la comunidad y ponerlo en practica con decisión y valentía aunque siempre haya quien se oponga.
francisco nadales ha dicho que…
Leído su artículo, lo suscribo en su totalidad. Llevamos muchos años soportando la teatralidad de nuestros políticos y su incapacidad para desarrollar la misión de gobernar.

Unos, creen que gobernar consiste en hacer lo que los demás desean o te imponen.

Otros, creen que gobernar, es ordenar a todos lo que deben hacer anulando sus capacidades creativas y su libertad de expresión.

Ni lo uno ni lo otro. Gobernar desde mi forma de pensar, es buscar aquello que suponga el mayor bien para la comunidad y ponerlo en practica con decisión y valentía aunque siempre haya quien se oponga.